A pesar de los pesares y tras sufrir la incógnita que supuso hasta el último momento la celebración de la edición número catorce del festival, este emblemático encuentro estival pudo regresar para dinamizar las noches de los viernes de la comarca norte.
Uf. Escapamos. Con un día menos de programación, pero escapamos.
La financiación de este año vino del Ayuntamiento de El Sauzal, el Cabildo de Tenerife, el Gobierno de Canarias y Teatrofia Clown Company.
Asoman los brotes verdes, por fin. Aquellos tan cacareados brotes verdes de los que nos hablaban comienzan a salir. La mayoría, lamentablemente, son brotes que surgen como pústulas de vergüenza en las caras de muchos gobernantes y muchos votantes. El resto de ellos surge en determinados bolsillos de algunos países que acojen el dinero que esconden quienes trataban de convencernos de que los dichosos brotes estaban ahí, al alcance de la mano. De las suyas, suponemos, y de las de los miembros de determinado club fundado en los Países Bajos. Je. Tan bajos como sus niveles de empatía.
Mientras esta gente se llena los bolsillos con dinero que no es suyo, a nosotros no nos dejan ni para las cervecitas veraniegas. Mientras ellos mangonean a su antojo, a nosotros nos fiscalizan hasta las intervenciones en fontanería. Y mientras ellos hacen malabares con el orden mundial nosotros tenemos que hacer equilibrismos para que nuestros hijos no se desmayen de hambre. Y sin quejarnos, claro, que si no se enfadan y nos sueltan a los perros.
Estos tipos pueden vaciar plantas de hospitales o cobrarnos dos veces un medicamento, pueden construir un aeropuerto en el que jamás aterrizará un avión, e incluso pueden levantar bibliotecas que jamás contendrán un mínimo de cultura, y todo ello sin que se fiscalice su trabajo. A nosotros, en cambio, nos echan del país o nos persiguen si se nos ocurre hacer una tocata sin estar dados de alta. Alta que, por cierto, cuesta mucho y sirve de poco.
Entre otras cosas, por este último motivo, la cultura que, como la soberanía, radica en el pueblo, la sacamos adelante nosotros, el pueblo. Incluso en precario, como casi siempre ha sido. Y por ello, a lo mejor hay quien actúe este año en este festival, o no, no lo sabemos a ciencia cierta.
De modo que a lo mejor pasan por aquí casualmente y aprovechando que hay un micrófono conectado nos sueltan su rollo.